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2010 año de expansión para rosticerías

03 de junio de 2010 (México)

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Luego de un difícil 2009 para el sector, la Unión Nacional de Avicultores (UNA) espera este año un crecimiento en la producción de pollo superior a 3.0 por ciento, hasta alcanzar dos mil 792 millones de toneladas.

Y aunque la recuperación económica favorecería la elección -por parte de los consumidores- de otros productos para la alimentación, con lo cual bajaría el consumo per cápita de pollo en México -de 25.96 kilos en 2009 a 25.73 en 2010-, este alimento continúa siendo indispensable en la dieta de los mexicanos, tanto por su sabor como por su alto valor nutricional y bajo costo.

Firmas como Pollos Río y Doripollo House tienen previsto crecer este año diez y cinco unidades más, respectivamente, mientras que Titi Pollos al Barro iniciará su oferta de franquicias al final de 2010.

Vuelo controlado

Pese a sus 65 años en el mercado, 22 unidades propias y diez franquiciadas, Pollos Río prefiere no "echarse a volar para caer estrepitosamente", sino dar un paso seguro para proteger a los inversionistas y el nombre de su marca, comentó el director de franquicias de la firma, Rodolfo Cruz Ramírez.

"Tenemos más de medio siglo en el mercado, pero no más de dos años en el rubro de las franquicias. Nuestro plan de expansión está siendo ahora uno muy moderado, porque queremos afinarlo, pues aunque conocemos toda la operación de un negocio como éste, al iniciar en el giro de las franquicias estamos cuidando la marca, creciendo muy tranquilamente para no poner en riesgo a los inversionistas."

Sin embargo, la estrategia de Pollos Río no significa que durante 2010 se desempeñará "suavemente", pues si bien su historia en el sector franquicias está comenzando, la empresa prevé abrir diez establecimientos en el Distrito Federal y la zona metropolita.

"Nosotros tenemos ahora este plan de expansión, porque sabemos de antemano que lo vamos a alcanzar y porque seguimos en ese proceso de crecimiento moderado; no queremos sólo abrir por abrir unidades, sino clonar negocios de éxito", subrayó el entrevistado.

Y aunque, a su parecer, las rosticerías se clonan casi en cada esquina y parecieran competencia para Pollos Río, en realidad no lo son.

"Los nichos son distintos, porque somos más un restaurante. Nuestro pollo es orgánico y pesa dos kilogramos en promedio, mientras que el de las rosticerías no llega al kilo y medio. Por eso somos profesionales", apuntó.

De acuerdo con Cruz Ramírez, el emprendedor debe reunir 30 mil dólares para cubrir la cuota de franquicia de Pollos Río, negocio que requiere adicionalmente de entre 800 mil a dos millones de pesos para adecuar, rentar o equipar el local para este restaurante, cuyas regalías son de 5.0 por ciento sobre ventas y 1.0 por ciento para publicidad.

La recuperación de la inversión ocurre a los 24 meses de aplicada.

Además, la marca cuenta con el aval del Plan Nacional de Franquicias para acceder a financiamientos que permitan al emprendedor cubrir 50 por ciento de la cuota de franquicia de esta firma.

Pollos poblanos

Para crecer a buen ritmo y con éxito, un emprendedor debe tener noción del mercado al que quiere integrarse o -por lo menos- el interés, y no sólo la idea de hacerse rico con el hecho de contar con un taller o un restaurante, pues los negocios siempre dan sorpresas, comentó Juan Manuel Jara Ruiz, director de franquicias Doripollo House.

"Para decir que un negocio ya se conoce, se tiene que pasar por toda una curva de aprendizaje que dura no menos de tres a cinco años.

"Incluso, nunca se termina de aprender, porque el negocio siempre da sorpresas, por lo que hay que tener la fortaleza para trabajar más duro cuando el negocio parece decaer, ya que sólo conociendo sus particularidades se alcanza el éxito", indicó.

Hay quienes eligen un giro comercial por su éxito, pero por no conocerlo fracasan, y de paso afectan el prestigio de la marca franquiciante.

Por ello, Doripollo House analiza a detalle las solicitudes de quienes aspiran a obtener y operar una de sus unidades, para así posicionar a su empresa, pues aunque apenas incursiona en el terreno de las franquicias, cuenta con una trayectoria de más de 15 años en el mercado del pollo rostizado.

Con esta estrategia y un robusto programa de capacitación, la empresa pretende terminar el año con por lo menos cinco unidades en la zona metropolitana de la ciudad de México, a casi dos años de arribar procedente de la capital poblana.

"Queremos demostrar, tanto al cliente como al emprendedor, que no sólo vendemos pollo rostizado y que es un concepto diferente al fast food, porque además de vender pollo, tenemos otros platillos que lo acompañan", explicó.

Al franquiciatario se le entregan manuales operativos, licencias exclusivas de software, promoción de impacto por apertura, programas de capacitación y asistencia técnica durante la operación del negocio.

A cambio, se solicita un millón de pesos como inversión para un establecimiento de 80 metros cuadrados promedio y las regalías son conforme a las potenciales ventas del negocio. Mientras que la inversión retorna a los 25 meses de iniciada la operación de la unidad.

Receta prehispánica

La tradición ancestral de cocer el pollo en barro, originaria de Culiacán, Sinaloa, ha sido rescatada por Titi Pollos al Barro, empresa fundada por Trinidad Zazueta y Luz María Díaz hace 13 años, y que ahora tiene dos socias más: Gabriela Rocha y Alejandra Echeverría.

Originalmente, el pollo con plumas era envuelto en barro y se cocía en un horno de hoyo. Cuando se sacaba el ave y se le quitaba el barro, las plumas se quedaban pegadas a éste y se consumía la carne, que quedaba muy jugosa y suave.

Titi Pollos ha modernizado este proceso, pero también ha logrado conservar las propiedades de esta cocción, brindándole al comensal una carne baja en grasa y sal, pero muy suave y jugosa, que puede conservarse hasta dos semanas en refrigeración.

La receta prehispánica que ha sido raíz de este exitoso negocio, también será la base de una franquicia que empezará a operar a finales de este año.

Sin embargo, Titi Pollos inició su expansión en el Distrito Federal y la zona metropolitana desde hace más de dos años, mediante 11 distribuidores, y tienen además tres sucursales propias y una unidad móvil de venta.

"Pedimos una inversión inicial de 19 mil pesos, y con eso les damos uniformes, 20 pollos, mil volantes de promoción personalizados, mil instructivos de calentamiento, dos mantas en comodato y una capacitación que dura cinco horas.

"Nosotros les vendemos el producto a los distribuidores y éstos no necesitan tener un local, ya que pueden hacer sus ventas por teléfono o abrir las puertas de sus casas los fines de semana para ofrecer el producto al público", explicó Díaz.

Agregó que los distribuidores son un programa prefranquicia, para que antes de que los inversionistas se conviertan en franquiciatarios, puedan capitalizarse y crear un mercado en la zona donde se han instalado.

Para ser rentable como distribuidor, se deben vender entre 40 y 50 pollos a la semana, y su inversión la pueden recuperar en dos meses.

"Cuando ya esté lista la franquicia, les vamos a dar un precio preferencial, debido a que ya tenemos una relación comercial y sabemos que son gente trabajadora.

"En este tiempo ellos también ya adquirieron confianza en nuestra marca y han visto la calidad de nuestro producto, porque sus ventas siguen aumentando.

"Con la franquicia sí tendrán que buscar un local en su área, y éste deberá adaptarse a uno de nuestros tres modelos. El primero es de ocho metros cuadrados, que tendrá una cuota de franquicia de 150 mil pesos y se deberán considerar otros 150 mil para la adecuación del local.

"El segundo es de 20 metros cuadrado, con una cuota inicial de 200 mil pesos; y el tercero es de 40 metros cuadrados, con una cuota de 250 mil. También se requerirá de un capital extra de 150 mil peso para la adecuación del local", señaló la empresaria.

En este momento, Titi Pollos tiene un centro de producción ubicado en la ciudad de México, con una capacidad de crecimiento en la fabricación de 800 por ciento.

Para expandirse en provincia, están trabajando en la creación de una franquicia regional de distribución, de la cual aún no definen la inversión.

La meta para el primer año de la franquicia es tener 20 unidades franquiciadas, y colocar una franquicia regional.