Nuevo negocio: encontrar parejas en citas rápidas

De La Concha es propietaria y directora general de Speed Dates Club (SDC), la única empresa dedicada a las citas rápidas en México, que cuenta ya con más de cuatro mil socios y cuatro años de experiencia en un país en la que este tipo de prácticas son todavía raras.

En entrevista con Efe, la empresaria de 37 años reveló que en México la barrera más difícil que ha tenido que superar es el temor de los mexicanos "a toparse con el vecino, un amigo o un familiar" o de que "alguien los vea" en una de las actividades que organiza en los barrios de Polanco, Condesa, Santa Fe y San Ángel.

Actualmente pululan en internet los sitios para conocer parejas en línea, en los que solteros de todas partes del mundo suben sus perfiles con información diversa y los administradores de los sitios tratan de buscar coincidencias entre los candidatos para pactar encuentros.

Otras páginas web más rudimentarias funcionan como un catálogo de caras, en los que los interesados eligen e intentan entablar contacto con cualquiera de los miembros que les agrade.

La ventaja de las citas rápidas, explicó De La Concha es que las personas se muestran tal como son, y hay menos posibilidades de fraudes, personas que se hagan pasar por otras, o de que se presenten individuos casados, como sucede en internet.

El 70% de los clientes de esta ex diseñadora de interiores son hombres y mujeres de entre 30 y 40 años, una edad en la que "el círculo de amistades se empieza a cerrar, los amigos se empiezan a casar, hay menos oportunidades de conocer nuevas personas, y lo más normal es volverse adicto al trabajo", sostuvo.

Los interesados se inscriben por internet, una psicóloga revisa los perfiles y decide quién es apto para ser miembro del club, y los que son aceptados pagan una mensualidad de 100 pesos (7.6 dólares).

Eso les da derecho de asistir a diferentes tipos de actividades de citas rápidas: las exprés, en las que por 300 pesos (23 dólares) y una copa, cortesía de la casa, sostienen encuentros de cinco minutos con solteros del otro sexo; los domingos de "coffee breaks", en los que las bebidas alcohólicas se reemplazan por un café y un postre; y las cenas, de mayor precio y en las que las citas duran hasta siete minutos.

Desde el primer evento que organizó el 8 de agosto de 2006, en el que la mitad eran amigos suyos y el resto socios reales de SDC, la empresa tiene en su haber alrededor de 130 actividades de este tipo.

Larissa, que con SDC atiende a un mercado de clase media alta, lanzará próximamente una nueva compañía en la que los filtros de selección no serán tan estrictos, no cobrará mensualidades y los derechos por participar en cada evento serán más baratos.

Además ya explora la posibilidad de establecer franquicias de su negocio en otras ciudades del país, debido a que hay personas que viajan hasta la capital mexicana solamente para darse una probada de una sesión de "speed dates" (citas rápidas).

De la Concha cuenta orgullosa que una de las parejas que se conoció en uno de esos encuentros de solteros está hoy casada y tienen un bebé, y afirma que su negocio crece a medida que los mexicanos le van "perdiendo el miedo a lo desconocido".